Sunday, January 28, 2007

La traición del algoritmo

El señor Pretz ha decidido cambiar para siempre, desde entonces se ha dedicado a convertir su vida en un algoritmo.
Entonces comenzó a escribir:
_"Primero me levanto, luego me baño, luego desayuno, luego me acuesto, me duermo, pago los impuestos, voy a la Dirección de Rentas, atiendo al público, almuerzo, ceno, me peino, me despeino, blanco, negro, no! deme sin crema!, si, albóndigas por favor"; y cosas por el estilo, tan ordenadamente que los objetos que veía estaban alterados por ilusiones matemáticas. Así, la avenida Lujambio era un segmento, y su longitud estaba determinada por un intervalo cerrado en el eje absisas.
Los árboles tenían hermosas raíces, pero todas de resolución imposible.
La avenida San Juan era para él una hipérbola muy buena, creada en una gran gestión municipal.
Y todo así. Pobre. Pobre señor Pretz, tan buena matemática recreó que Dios y el mundo no lo soportaron y se vengaron. Entonces, fragmentadísimo al estilo matemático, quedó el señor Pretz. Todo descuartizado por obtusos triángulos afiladísimos. A eso lo sentenciaron.

3 comments:

desired said...

por eso siempre odie la geometria... hoy tengo un buen argumento para dar...
besos con limon y sal

Arbusto said...

La mente inagotable mente de Mr. Crópulo nos ha deparado una nueva maravilla.

Anonymous said...

Es inagotable de verdad!!!