Friday, September 30, 2005

Las cosas de las que hablamos, nosotros..., los del Clan

Mi madre me pide talonarios de factura. Se le acaban. Es monotributista. Me pide tambien un talonario de remito (adoro los remitos). Voy a una imprenta. Le pido a este gran conocido (semi amigo) que confeccione lo que pidio mi madre. Me preguntó si al final pude ingresar. Me sugirió hablar con el Co. B . El me podía ayudar. Conozco a B. Es un personaje. Viste un largo piloto, a veces ropa de todos los colores, es alto y tal vez desgarbado, misterioso, suele caminar por los pasillos de la UR. Me doy cuenta de que ese hombre es un verdadero justiciero, cuando C (de la imprenta) me cuenta que B cago a palos a unos tipos y lo desterraron a Paso del Sapo. Los hombres que luchan por causas justas, suelen ser desterrados.Cuando volvió lo destinaron a la BI. Y sigue siendo un bravo, como esa bravura e ira que desata la frustracion que los de afuera no conocemos, y que algunos de los que están adentro padecen, por mas que sean OP. Los imaginamos que con prisa y con un cigarrillo a medio terminar suben a un movil y se dirigen a toda velocidad a algun lugar, donde la gente los necesita, mientras hablan de cualquier otra cosa, de como salió Lafe, o Chaca, o Boca, y largando una bocanada de humo miran -inclinando la cabeza- el arma mientras retraen la corredera y verifican la recámara, para que no se les trabe. Se traban seguido. Todo nos recuerda al Reality Pol. en Acc. Y mis sueños son iguales a esa realidad, a la que mas de 3000 queremos pertenecer, por algún u otro fantástico motivo. Entonces C, me cuenta que el otro dia, B, fue al max abas y cago a tiros a unos pendejos que no dejaban pasar a los móviles del Com Radco. Entonces me doy cuenta de que muchos son hombres de honor, de respeto. Como sacados del lejano oeste, de la estirpe de los Sheriffs. Seguramente he nacido para ser uno de ellos.

Tuesday, September 27, 2005

Breve discusión acerca de la ocupación vista como existencialismo

Un señor:
si, absolutamente, yo no tomo cafe, su sabor es fuerte y a veces agrio, provoca irritacion gástrica e insomnioç
Otro señor:
y el cafe con leche directamente me hace mierda, creo que me cae mejor el anticongelante
Lady Pao (TQJ) .. que cosas son un acquire taste??? dice:
jajja esas son reacciones extremas
Lady Pao (TQJ) .. que cosas son un acquire taste??? dice:
creo que el cafe no me "despierta"
Lady Pao (TQJ) .. que cosas son un acquire taste??? dice:
lo que pensandolo de otra manera, me seria util para estudiar
Dios, que salva el metal, salva la escoria y cifra en su profética memoria, las lunas que serán y las que han sido dice:
yo desconfio de las cosas útiles, de alguna manera me las boicoteo, mi vida esta llena de cosas complicadas que yo mismo invento y de las cuales no quiero despegarme porque evidentemente, me gusta el sufrimiento
Lady Pao (TQJ) .. que cosas son un acquire taste??? dice:
todos creamos nuestros propios "metodos" para cosas que en realidad podriamos simplificar pero no lo hacemos porque sabemos que no funcionarian
Lady Pao (TQJ) .. que cosas son un acquire taste??? dice:
eso califica como sufrimiento??
Dios, que salva el metal, salva la escoria y cifra en su profética memoria, las lunas que serán y las que han sido dice:
en mi caso particular, convengamos que a veces disfruto de las cosas complicadas y de la rigidez
Lady Pao (TQJ) .. que cosas son un acquire taste??? dice:
esta bien

Sunday, September 18, 2005

Las clases de metafísica del Profesor Ítalo Jacques

Aunque los propósitos de este escrito son inútiles, y sus musas son extremadamente vagas, me atreveré a recordar lo que he aprendido, mencionando superficialmente algunos de los temas que el profesor enseñaba en sus clases y profundizando sobre otros que suelen confundir al mejor metafísico petrificado y oculto en la mas oscura caverna de la ya no existente Babilonia.
Debo aventurarme a objetar la opinión de algunos sabios, y afirmar casi axiomáticamente que en el presente escrito pueden ocasionalmente encontrarse sensiblerías románticas que los enamorados de la vida reflexionan a modo de moralejas, chabacanerías, cholulismo barato, filosofía extrema o la que los Ingleses llaman Hard, delusiones bizarras, reflexiones de Dioses, instrucciones de preparados cuasi mágicos que recuerdan a la homeopatía de Médicos austríacos y americanos como Ocampo, Terranova, Opalinhe, Sensaval, Lyogen, Pramiel of the Faustan, etc.; así como también sensaciones de viajes mágicos que el doctor describía, las producidas por tales drogas: metaraminol, éter, fentanilos, melatonina en exceso, memantina, bloqueantes neuromusculares e hipnóticos varios que describió y nos enseño el Doctor Jacques durante sus clases.
En realidad, el título de la obra no debería ser “clases de metafísica…”, sino “clases metafísicas”, por la manera del profesor de discurrir minuciosamente y con demasiada sutileza acerca de varias materias que habitan este y tal vez otros mundos.
Comenzaré con una breve biografía de nuestro estimado profesor, vivo aún, con residencia actual en Viena.
Nació el 27 de septiembre de 1911 en Liubliana, Eslovenia. Su padre era un arquitecto Francés que vivió los lejanos resagos de la Revolución, su madre era italiana y a toda costa quiso imponer un nombre italiano a su hijo. Las causas del porque el profesor nació en Eslovenia son desconocidas. He fatigado noches enteras en busca de metodologías para la investigación biográfica, y las he aplicado, incluso recurrí a la ayuda de muchos eruditos, pero concluimos en que no existen fuentes para descifrar por qué nuestro maestro nació allí. Hace años que he perdido todo contacto con él y solo me entere por buenas fuentes que está vivo, y que reside actualmente en Viena. Para aclarar dudas sobre su biografía bastaría con llamarlo. Pero no cuento con los recursos para contactarlo. Por escabrosos motivos similares y por desgano, me limitare a relatar los hechos, y no explicaré el por qué de esto o aquello, de por que vivió allí o estudió por allá. Realmente eso me fastidia mucho.
Se crió y estudió en Francia, al terminar el bachillerato en artes, estudió en algún país latinoamericano -¿Argentina? ¿Paraguay?- la carrera de medicina. Se recibió de médico en 1937, y en 1943 trabajaba como cirujano mayor del Ejercito Panameño. Observó con desdén los efectos psicológicos de sus soldados expuestos constantemente a guerrillas y entrenamientos inhumanos que superan cualquier esfera de pensamiento. Entonces, estuvo obligado a estudiar psiquiatría para tratar a sus pares. Cuando lo conocí, ya estaba bastante loco, y a veces no tardaba en murmurar que se había especializado en la Universidad de Buenos Aires. Estudio minuciosamente y profundizó sobre el psicoanálisis. Algunos no tardan en afirmar que fue uno de los fundadores de la Asociación Psicoanalítica Argentina, aunque sus actuales autoridades lo desmientan fervientemente. Hasta aquí se de su acontecer, porque no profundizábamos en cuestiones sobre su persona. Quizá podré describir algunos pasajes de su vida más adelante, a lo largo del desarrollo de la historia del contenido de sus clases.

Agosto de1965, primera clase de psiquiatría del Profesor Doctor Ítalo Jacques. El viaje al sol.

Me encontraba sentado, una vez, junto a la ventana del aula que daba a un jardín secreto. Así lo llamaba el profesor. Decía, que allí habían sido enterrados algunos de los soldados muertos en la campaña del desierto, mientras disertaba acerca de los mitos argentinos de la “Luz Mala”, aclarando que era mentira toda teoría de que lo que resplandecía era algún elemento como fósforo o algo así. En verdad afirmaba que la luz mala existía y nos explicaba el por qué. A pesar de dudar bastante acerca de sus conocimientos, siempre traté de creerle. Según él, la luz mala era la lamentación de los astronautas recientemente muertos en el primer, único y último viaje al Sol, anterior al primer viaje a la luna. Dice que tuvo acceso a secretos de estado de los Estados Unidos cuando fue agregado militar de ese país. Aparentemente, los norteamericanos habrían desarrollado tecnología material “ultraaltahipertermoresistente”, llegaron al sol, habitaron en él, hicieron barbacoa y fumaron cannabis a más no poder. A la hora de regresar, por una imprudencia de los aeronautas que estaba absolutamente drogado, estrellaron la nave en una estrella desconocida por el 99,99% de la gente que habita el planeta, llamada “Bad Light”. Uno de los astronautas era argentino, y quiso contarle su historia al profesor mientras éste realizaba un viaje chamánico. Así, este argentino quiso resplandecer en todos los rincones de la patria, aliado con otros muertos y osamentas en vida duramente martirizadas. Todo lo que relaté fue lo que el hombre argentino de la NASA le contó al profesor, y le rogó que hiciera de esta historia delirante para algunos, una historia real. A veces hasta la creo.
Aunque esta historia parezca el relato de un esquizoide o un psicótico, era el relato descabellado pero no menos real, de una de las anécdotas de nuestro estimado catedrático, que queriendo enseñar psiquiatría, a veces enseñaba todo lo contrario. Pero igualmente pude recibirme, aprendí mucho de él y actualmente ejerzo la profesión, a pesar que el 50% del tiempo el doctor dedicaba el tiempo de las clases a relatar este tipo de historias.

Clase 2: ejemplos del hombre y su psicosis.

Un conjunto de sentimientos independientes de una mezcla de cosas que no se bien que es...El doctor siempre nos contaba anécdotas acerca de un paciente, que compartió conmigo y cuya historia ya la conocía. Repetía invariablemente esa frase. “Un conjunto de sentimientos independientes de una mezcla de cosas que no se bien que es...” Era un marinero mercante estadounidense llamado Hanself, de unos 30 años, que había empezado con síntomas psicóticos. Medía un metro ochenta, estado físico atlético y solía vestir como un gangster norteamericano o un mafioso italiano. Cuando no lo hacía usaba un sombrero negro de ala ancha y a veces me manifestaba que lo había elegido porque siempre deseó ser un granjero de Missisippi. Oía voces. Las voces lo despertaban por la noche, bajo el ondulante movimiento marítimo, que hacía años que ya no le provocaba náuseas. Cuando se suprimieron las náuseas empezaron las voces. Un homeópata lo había medicado mal, supuestamente para crisis profundas de ansiedad, que al parecer le provocaban las náuseas; sin advertir que si sobrepasaba la dosis, realmente, el efecto sería el contrario al efecto deseado. Náuseas, ansiedad, escuchar voces… La ansiedad le provocaba náuseas, y cuando se intentó suprimir la ansiedad, ésta, según el paciente, en un principio desapareció, pero aparecieron las voces y con las voces, nuevamente la ansiedad. Un verdadero “trabalenguas mental” que confundiría a cualquier psiquiatra inexperto. En una de las clases nos mostró algunas de las entrevistas que había tenido al paciente, al cuál le pidió que suprimiera toda medicación homeopática. Lo medicó con clonazepam, diazepam, antidepresivos y algún otro medicamento, ya que al parecer las náuseas guardarían relación con alguna disfunción hepática. El problema se solucionó con el ácido desoxicólico, 30 mg por comida, en el almuerzo y la cena. Solucionadas la nauseas y la ansiedad, y lejos de irse las voces, se intento el psicoanálisis.

Entrevista nro 1:


Paciente: ayer, por primera vez apareció una persona igual a mi y me decía que todo lo que pasaba, lo que provocaba ese hombre lo hacía para confundirme.
Terapeuta: siempre hay una primera vez para todo, pero cual sería el motivo por el cual esa persona lo quería confundir?
P: ese hombre hacía cosas malas. Una vez golpeó a un hombre en un bar hasta dejarlo inconsciente.
T: entonces lo creó porque usted no podía hacerlo?
P: silencio. Se ríe.
P: algo así me explicó el. Pero en ese momento me confundió más. Le tiré una piedra que tenía sobre la mesa, la piedra pasó de largo y rompió la pared, se rajó hasta el techo y me dieron ganas de llorar.
T: Nada es gratis…, encima de que le explican la situación usted lo quiere agredir?, terminó atentando contra su propia casa…
P: Casa de mierda. Ahí falleció mi amigo. Mi mejor perro. Siempre quise que me hablara.
P: largo silencio….
P: Pero nunca quiso, me miraba fijo, hasta que un día se murió. Para mi que lo envenenó ese hombre.

Evidentemente, en la última parte, se nota un desdoblamiento o separación claros entre su mente y su cuerpo. No logra integrarlos. Por momentos comprende lo que el terapeuta le dice, incluso se ríe de él mismo, pero luego lo olvida y relata otro suceso donde según él ese hombre que el terapeuta trataba de confirmar que era él mismo, envenena y mata a su perro. Su mejor amigo…

El profesor logró dar con el tratamiento adecuado: una tarde le sugirió que fumara alcaucillium peyotis regularmente (el profesor se lo facilitaba), hasta que se aclaren un poco las cosas, lejos de aceptar, el hombre lo tomó a mal y no volvió a la consulta después de un mes. Cuando lo hizo, sus ojos estaban enrojecidos y reía. La cura fue progresiva y total, y la evolución clínica asombrosa. Era un hecho inédito.
Aquella fue la primera vez en la que el profesor se dio cuenta de que el destilado de alcaucil funcionaría en el tratamiento de algunos de sus pacientes. En todos ellos hubo resultados similares precedidos de psicoanálisis, por supuesto. A pesar de que otros psiquiatras desmintieran el efecto terapéutico del alcaucil mejicano y otras plantas ya que demostrados estudios clínicos así lo afirman, el tratamiento si era efectivo cuando lo aplicaba el Dr. Jacques, y no faltó oportunidad en que pidió a sus pacientes que concurrieran a la consulta después de haber consumido alguna de estas sustancias. Una gran leyenda…”medico-urbana”, o una gran verdad…, o quizá la casualidad y el azar jugaron papeles importantes. Nadie lo sabe, ni tampoco será develado en este libro. Nadie en la actualidad ha usado este método.
Clase 3: La Isla de Antífonas, viejo recuerdo teñido de delirios y exquisiteces.

Nos relató una vez, un viaje que hizo a la isla de Antífonas, a 200 km de la península de Hunk. Lo hizo para ver un paciente esquizofrénico. Lejos de enseñar el tratamiento de la esquizofrenia con este ejemplo, el profesor se limito a describir las maravillas del lugar.
Quién sabe por que arcano designio en la Isla de Antífonas era siempre de noche. A los lugareños no les importaba. En la isla había una tienda de antigüedades, un palacio, una pequeña cárcel con un solo prisionero y 4 guardias, una iglesia, un circo, una comisaría y un bar frecuentado por piratas. Aunque los piratas fueran anteriores a la época del doctor, aún en la isla quedaban algunos.
La Comisión de Guerra (jefatura de lo que podría ser un ejército, pero esta isla no contaba con fuerzas armadas, pero si con un Servicio Penitenciario de cuatro hombres) dirigía el Cuerpo de Guerra, que cumplía tareas específicas para solucionar algunos problemas, como el del tiempo y el de la eterna noche, las desapariciones de cosas, seguridad interna (había una comisaría con 8 hombres que funcionaba, pero que rara vez era útil y esporádicamente realizaba algún operativo contra los piratas mal llevados ), regulación de actividades de brujerías, hechizos y hechiceros y alquimistas, etc.


Próximamente, las continuaciones, pero no se hagan ilusiones. Soy aficionado y por demás vago, como dijo Julio Cortazar “Escribo cuando me da la gana”.

Tu ayer, mi ayer.

Veo pasar, como si nada, los colores de esta ciudad, la nueva. Construida sobre ruinas estás, y en tu anterioridad hay un rodeo de recuerdos que yacen en las profundidades de tu nueva, vigorosa e inverosímil imagen de tu recóndita urbanidad. Colegios, plazas, patios, desde Francia, te veo antigua y reseca, moderna y a la vez lluviosa, llena de viejos habitantes apagados, sin vida, con la mirada brillosa, que suplican ante otros ojos la salvación que no tienen y desean. Esos ojos ancianos, que te miran, que nos miran, son de buena estirpe, pues supieron afrontar los vientos de la vida y ahora desgastados, ardidos y dolorosos buscan consuelo en la muerte. Un lento comienzo, que se da por aludido cuando ya no somos jóvenes. Es entonces donde nos acecha. Así sin más. Así sin menos importancia, cursa la vida, con cosas, sentimientos y miradas. De pronto aparece una buena nueva. El amor llega y tampoco nos damos cuenta. Cuando perdemos, nos duele, lloramos, leemos Benedetti, comemos pastas los domingos en la casa de la abuela y nos resignamos a una vida llena de dolores, o de un solo dolor, que parece no terminarse, que va mas allá y que se refugia en la calurosa urbanidad de la primavera, de lo que debería ser amor, pero irremediablemente, es soledad. Nos pesa, y mucho. Hay a quienes la soledad en paz no deja vivir, lamenta, reprocha, resigna duele y empalaga. Los ancianos franceses, la han sufrido alguna vez. Cuando nos abandonan, lloramos solos, consternados en el mundo. Quien sabe si después de la despedida, habrá un reencuentro? Quien sabe si no serás tu quien muera esta tarde? Quien sabe, o quien lo sabrá para decírmelo, si me necesitas y no me lo puedes expresar… Te quedas muda y entonces, tras barrotes de hierro, de desamor, somos nosotros y otros, modificados por nuestros deseos. No hacemos lo que queremos, entonces nos conformamos con lo que hay, lo sufrimos minuciosamente pero solo se hace notar de noche, cuando se nos caen 200 lágrimas y entendemos, que el mundo es demasiado redondo para recorrerlo, y que en la busca de la plenitud, caemos por falta de equilibrio. Las horas pasan, las reminiscencias crecen, se nos hace todo triste, sentimos la angustia en el pecho, estamos ahogados, alienados. Se nos ha vedado el llanto, tenemos que forzarnos para que esas lágrimas, difíciles de cautivar por el afuera, salgan al ritmo de un llanto silencioso, que demuestra que hemos fracasado una vez más, y que para colmo, nadie lo sabe. Vale la pena entonces, doblegarnos, y observar el futuro, comprar las mejores medicinas en la botica de ayer, y estar prevenidos contra la más fuerte de las melancolías. Pero todo esto se vuelve inútil y vano cuando revivo una y otra vez esa imagen, tu soledad en el teatro, yo tocando el piano para vos, compenetrado en ofrecer a las flores y los árboles del mundo, la más representativa melodía de pureza y erudición. Comprendes mis mensajes, y atenta escuchas mi música, un cruce de mirada, y sonreímos, felices de lo que sabemos, conmovidos por lo que sentimos. El mundo en todo su esplendor es nuestro, voy a tu búsqueda, pero el deseo es demasiado grande. Entonces, mi proyecto se trunca y camino fantasioso, sin cumplir mi deseo, por las calles de esta ciudad, donde las ruinas del antes y el ahora, se fusionan y son una, dos y miles encrucijadas, que nos cambian la realidad y nos manejan como títeres. Aún no me has llamado, condolido de mi destino, lloro de vuelta con impotencia, y conmigo llora una rosa de lluvia del jardín, el que te vio crecer, a vos misma, a tu actual trascendencia y a tus anteriores y futuros recuerdos, mientras, sigo tocando el piano, sabiendo que no debo llorar, y resistir hasta el final, como esos ancianos que con la mirada brillosa, nos advierten que no hay otra vida sino la de ahora, y que abracemos entonces, lo que podamos y nos haga verdaderos portadores de felicidad auténtica, la misma que nos hace correr por los valles y las pasturas, y el mismo olor a hierba fresca, a tinta, a pluma, y a una antigua carta. Una foto sepia, dos en blanco y negro, ya no estas. Tus cenizas se mezclaron con la tierra, y están ahora con el mundo, colmándolo. Como haré entonces?... Para decirte que te amo, si tu has muerto joven y yo ya soy viejo, y sigo amando a esa joven que ahora debería ser vieja, pero que murió mucho antes. He quedado solo, he visto morir a todos. Me aproximo errante a mi cuarto, donde no tengo ninguna de tus fotos, lloro por recordar que alguna vez fui joven, y que debo partir. Con miedo a no encontrarte, después, en el más allá, tomo aliento, me relajo, y logro penetrar en el más profundo sueño de paz. Donde aparece al instante, tu nueva imagen fresca, que se reconcilia conmigo, y vuelve a sentir lo de antes, lo platónico, lo puro, lo intenso, lo sincero. Pero supongo, todo esto, es inútil en la realidad. Solo está eso, el recuerdo, que poco a poco se va desgastando. Va dejando de existir, cada vez más, por encadenada, repetitiva y consecutiva caducidad de los instantes de lo que fue un ayer cercano, y un ahora que se está yendo. Y si ya es tarde, perdóname. Y si ya no es lo mismo, solo perdóname. Solo sigo, sin encontrar resguardo, en este valle de nubes, de grises y verdes lágrimas. Lágrimas que a veces quieren ser de metal, se funden, no maduran y son de agua, el agua más triste, la más sedienta, la más sublime, la que la ciudad presencia ahora, la cual seguirá presenciando y percibiendo mi vida, mi ahora, mi futuro y mi pasado. Atado a vos, me duele saber, que ya no sos, sino en la fantasía. Como encontrarte? Nuevamente…, como hacer? Que me sonrías otra vez…, Como intentar? De nuevo ser felices. Se que para vos no es tan drástico, tan triste ni tan lacrimógeno. Pero lo que antes fue mi presente y realidad, es ahora pesada nostalgia.

Thursday, September 15, 2005

La estirpe

Solo, sales de aquella casa, recóndita, oscura, húmeda. Mientras, el sol se va deshaciendo en el horizonte, fundiendose como la manteca. En la mano tienes algo. Te estoy soñando, sé que vienes hacia mí. Estás muy lejos, pero en una fracción de segundo, ya estas a escasos metros de mi casa. Afuera, el sol marca el ocaso, y el ocaso, marca el desgano de una ciudad pequeña y cansada. El tiempo ha vuelto atrás. Estoy soñando con los modestos acordes que un moreno con aires de venganza tocaba con su guitarra en la pulpería de Recabarren, en la Pampa. Soñaba con ese lugar solitario. Había poca luz.
_Con la luz que queda me basta-dijo Martín Fierro al moreno, hermano del que alguna vez había matado-. Entonces comprendí que estaba excedido.
Así como Borges se encargó de hacer mortal la figura de Fierro, porque sus días estaban acabados, un enviado por alguien, supo también que debía acabar con mis días. Entonces me despierto cuando el negro está limpiando el cuchillo en los pastos, ya casi de noche. Pero sorpresivamente no estaba en mi habitación, como cuando siempre me despierto de la siesta. Estaba en la Pampa, era un gaucho del sur, sin tierras y que alguna vez cuando era más jóven había matado a un hombre en una milonga, había perdido a mi mujer y a mis hijos, y tan solo, al volver de algún lado, había hallado la tapera. Me estaba muriendo, mientras la luz del día se estaba yendo. Comprendí también que mi estirpe era la misma que la de Fierro, y que necesaria y definitivamente la descendencia de Fierro debía quedar limitada por mi muerte, y que ahora mismo debía también quedar grabada en la memoria del universo, con la mejor de las suertes… Entonces dejo de ser Martín Fierro, soy yo. Y estoy en mi casa, ya estoy despierto y corro con prisa a abrir la puerta de mi casa, resignado a mi destino, porque como Dalhmann esta, es la muerte que hubiese elegido o soñado, si bien me resistí un poco, cuando al abrir la puerta, un hombre alto, robusto y colorado me pregunta si está el patrón, y tras algún balbuceo, nos adentramos en una esgrima atroz, en la vereda, cuando ya la noche no estaba lejos y la fresca se hacía sentir.
Ya no recuerdo quien soy, ni quien fui. Ese enviado, ha cumplido con su misión.

Sunday, September 11, 2005

Fundamentos de la vida macroscópica

Vivimos, somos, vemos cosas aquí y allá, los autos pasar, la lluvia, a veces nos enamoramos, con frecuencia vamos a comprar víveres y nos relacionamos con alguien. Cada vez que la lluvia cae, una reminiscencia vuelve en si hacia nosotros, haciéndonos ver que ya no somos los que fuimos, y que cada vez se muere más gente que antes no se moría…Indudablemente, somos humanos.

Herpudes

Herpudes es un humanoide, casi semi dios, es adorado en las profundidades del mar. Suele aparecer cuando la gente delira, se ve aqui y allá, haciéndonos ver cosas y gobernando nuestra mente como él guste. Pero no deja de ser generoso.
Algunos dicen que tiene una gran barba negra, que es tan puntiaguda como las espinas de un cactus. Suele andar semi desnudo y solo crea en los que lo ven, respeto, temor y ocasionalmente un asco que nos hace ver la vida en toda su plenitud.

La España medieval

Volando en las profundidades
De esta alma mia
Ciega los rincones en su dia
Y oculta sus diversas debilidades

Careciendo de toda hipocresía
Y buscando la más profunda de todas proezas
Encuentra en sus mas grandes tristezas
Días de lujo y bizarría

Terranova en esas tierras gobernaba
Con nepotismo y autentica maldad
Es virtud de quien no sabe la caridad
Encontrar tampoco sabe la causa que cegaba

Muerto una vez ya de viejo
Con honra su pueblo festejaba
Con guisos y porotos en reconditas aldabas
Cocinados por Farrell, de todos el mas añejo

Este relator de sucesos de la España
Con saña y con prudencia esclarecía
Los hechos que ya no son hoy día
Y yacen enterrados en la roca de su entraña